‘ANDALUZÍA RABIOSA: VOCES MÁS ALLÁ DEL IMAGINARIO CAÑÍ’
Un proyecto coordinado por Carlos de Castro con la participación de las artistas:
María AA, Fátima Azahara, María Cañas, Juanlu Carraso, Alejandra Martínez, Lola Montiel, Antonio Murga, Noelia Morgana, Antonio D Resurrección, Aline Part, Ariadna Pedemonte, Clara Puente y II III II III.
Y de los colectivos:
Andalucía Über Alles, Frente de Socorro Simbólico Internacional (FSSI), Aliqate y
Out – Ziders.
Expuesto en el ‘Espacio Sublima’ (C/ Goles 64, Sevilla) entre el 3 y el 30 de junio de 2016.
El proyecto ‘Andaluzía Rabiosa: voces más allá del imaginario cañí’ surge de una mezcla de hartazgo e ilusión. La situación social de Andalucía parte de una larga herencia latifundista nacida en época de la conquista de Al Ándalus, cuando se generó la cultura de señoritos que, con mutaciones, se ha mantenido a través de los siglos, generando tensiones cuyas consecuencias son palpables en la actualidad.
A los desajustes de esta situación histórica, fruto de la cual ha sido la condena a la emigración hacia regiones más ricas del estado español o hacia el extranjero por parte de nuestro proletariado, las políticas que se han venido aplicando desde la Transición no han sabido dar una solución justa. En la actualidad el modelo impuesto desde el poder, el modelo de ‘sol y playa’ y la consecuente sumisión al turismo de masas de nuestra economía, reduce nuestras expectativas de construir modos de vida propios, al tiempo que nos condena a ser caricaturas de nosotros mismos, mientras las extensas tierras de cultivo siguen en manos de los mismos que se hicieron con ellas hace siglos, imposibilitando cualquier posibilidad real de emancipación.
Ante esta situación, la esfera del arte andaluz en su conjunto – salvo contadas excepciones – ha preferido guardar silencio. Si bien, el arte más político – siempre minoritario – ha querido participar de las corrientes contestatarias que se han sumado a las grandes ideologías del siglo XX, la problemática local ha quedado relegada a un segundo plano, sin voz, sin visibilidad. En las últimas décadas la situación no ha hecho otra cosa que empeorar, pues la cultura de subvenciones y concursos ha servido principalmente para domesticar la actividad artística que se produce en nuestra región. Así pues, podemos concluir que la esfera del arte ha sido cómplice en un alto grado del mantenimiento de un statu quo que, históricamente viene beneficiando a una pequeña minoría en contra de los intereses de la mayoría social. De ahí nuestro hartazgo.
Por contra, en los márgenes vivimos un momento de gran creatividad. Siempre precarios y sin mucha capacidad de pensar en el futuro, se vienen desarrollando proyectos colectivos e individuales que tratan de expresar otras posibilidades identidad para ‘lo andaluz’. Diferentes influencias culturales, como el punk o el pensamiento postcolonial nos ayudan a resituarnos, al tiempo que adquirimos nuevas herramientas para reivindicarnos como sujetos históricos, y no como meros objetos que hacen de comparsa a las políticas neocoloniales impuestas por la globalización. De aquí nuestra ilusión.
En consecuencia, la muestra ‘Andaluzía Rabiosa: voces más allá del imaginario cañí’ gira en torno a estos dos ejes: denunciar el sometimiento de la cultura andaluza a una identidad impuesta desde el poder y reivindicar otras posibles identidades que construimos día a día desde abajo. Cuando a finales de abril de 2016 el proyecto surgió en una conversación con la gente del Espacio Sublima, inmediatamente nos dimos cuenta de su interés y una vez que se empezó a difundir fueron muchas las creadoras y los colectivos que quisieron sumarse a la exposición. Una vez metidas en materia, somos conscientes de que esta muestra es limitada y de que la necesidad de un trabajo más exigente requiere de un proyecto a medio o largo plazo, capaz de involucrar a una masa crítica suficiente. Nuestra intención, a partir de aquí, es convocar a las trabajadores del arte andaluzas, residentes en la comunidad o interesadas por la cuestión, a reflexionar desde el espacio de la representación sobre los modos en que se construye la imagen de Andalucía y las posibilidades de subvertir un imaginaria reaccionario, para ser capaces de defender otros modos de vida y escapar de los hábitos y dinámicas impuestos por la costumbre y el poder.
Agradeciendo a todas las participantes, esperamos que esta ‘Andaluzía Rabiosa’ sea sólo la primera de otras muchas que están por llegar.
Archivo de Castro 